Andrea Ferrari nació en Buenos Aires en 1961. Tras iniciar su carrera periodística en la revista El Porteño, participó en la fundación del diario Página/12, cuyo staff integró durante quince años.
A partir de 2002, con la publicación de su primer libro, Las ideas de Lía, se volcó a la literatura. En 2003 obtuvo el Premio Barco de Vapor en España por El complot de Las Flores y, en 2007, el Premio Jaén de Narrativa Juvenil por El camino de Sherlock. Ha publicado desde entonces más de veinticinco libros. El hombre que quería recordar, Los chimpancés miran a los ojos y Quizás en el tren fueron incluidos en la selección White Ravens de la Biblioteca Internacional de la Juventud de Munich. Algunos de sus libros también fueron reconocidos entre los Destacados de la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina (Alija) y los Premios Cuatrogatos. Ha sido traducida al portugués, francés, coreano, búlgaro, ruso e italiano. En 2022 y 2023 fue nominada por Alija como candidata al Astrid Lindgren Memorial Award (ALMA), el mayor premio mundial de Literatura infantil y juvenil, que se otorga en Suecia. También en 2022 se publicó su primera novela para adultos, 24 fotos. En 2024 fue galardonada con el Premio Konex a las Letras, en la disciplina Literatura Juvenil. |
Cuando era chica pensaba que para el año 2000 todos nos trasladaríamos en naves espaciales individuales y aquí estamos, todavía en colectivo. Por eso no hay que tomarse muy en serio mis predicciones. A los nueve años, sin embargo, escribí una poesía donde especulaba sobre mi futuro profesional y anticipaba tres posibilidades: bailarina, domadora de leones o escritora. Acerté en una.
Sin embargo, tardé mucho en llegar hasta ahí. Primero me recibí de traductora, luego circulé unos años por los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras y finalmente decidí dedicarme al periodismo. Llevaba un montón de años haciéndolo cuando un día escribí un cuento para mi hija. Después escribí otro. Descubrí que esto me encantaba. Cuando visito escuelas suelen preguntarme qué me gusta hacer fuera de escribir y siempre dudo qué contestar. Así que me hice una lista: me gustan los libros, el café, mi familia, las caminatas por la playa, viajar, el color violeta, los zapatos sin taco y las charlas con mis amigos. Odio levantarme temprano, las multitudes, el olor de los repollitos, mi vecino que canta a los gritos y que me cuenten el final de las películas. Así soy, más o menos. |